Investigación Tiwanaku |
Las propuestas de investigación contenidas en este página web
fueron elaboradas con el fin de obtener fondos de investigación
para la preparación de una disertación doctoral. La elaboración de
las propuestas fue asesorada por el Dr. Marc Bermann (Universidad
de Pittsburgh). Marc Bermann prestó invalorable ayuda tanto en la
definición de los objetivos como en la edición de los borradores en
lengua inglesa. La elaboración de la estrategia de investigación
contó con la importante colaboración del Dr. Robert Drennan
(Universidad de Pittsburgh).
Esta investigación se condujo entre setiembre de 1993 y agosto
de 1994. Fue co-dirigida por el Sr. Ricardo Céspedes, miembro del
Instituto de Investigaciones Antropológicas y Arqueológicas de la
Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, y por el autor de las
presentes propuestas. Extiendo mis agradecimientos a los miembros
del Museo de Cochabamba de los cuales he recibido amplio apoyo,
tanto en la corta temporada de 1992, cuando preparamos este
proyecto, como en la temporada 1993-94 en la que esta investigación
se llevó a cabo. Ellos son: David Pereira, Ramón Sanzetenea, María
de los Angeles Muñoz, Javier Gonzales y Ricardo Céspedes. Este
proyecto ha contado también con el apoyo de Donald Brockington,
director del Proyecto Formativo en Cochabamba.
El principal objetivo de distribuir este documento es
presentar información pocas veces considerada en informes finales
de investigación. La información provista en este documento no
contiene datos empíricos de fuente primaria. Este último tipo de
datos será tema de la tésis que concluya esta etapa de
investigación. La información contenida en estas propuestas
corresponde a la etapa de formulación de los objetivos del proyecto
previa a la investigación en el campo: elaboración de objetivos,
preguntas y estrategia de investigación --es decir a información
que se suele restringir a la evaluación por parte de entidades
rectoras de la investigación arqueológica. En informes finales de
investigación ocurre que las introducciones donde se presentan los
objetivos del trabajo concuerdan usualmente con los datos empíricos
que se presentan en los capítulos principales de ellos. Esto genera
que muchas veces no se conozca las pretensiones iniciales del
proyecto --que suelen ser en muchos casos, como ocurrió en la
primera etapa del proceso de elaboración de este, bastante más
ambiciosos-- e impide que se pueda evaluar los resultados de
acuerdo a los objectivos que dieron inicio a la investigación.
Los objetivos que se presentan en propuestas iniciales de
investigación deben cumplir ciertos criterios. Entre ellos
podriamos mencionar: (1) la información que se posea antes de
iniciar el proyecto --es decir datos de previas investigaciones en
el área-- y sobre las cuales un proyecto pueda desarrollarse; (2)
la presentación de hipótesis de investigación que busquen subsanar
vacíos en la prehistoria de una región o que pretendan construir a
partir de datos ya obtenidos; (3) la presentación de metodologías
adecuadas para resolver específicamente las preguntas planteadas y
que servirán posteriormente para enfrentar problemas más complejos
de reconstrucción arqueológica; finalmente, y en un plano puramente
práctico, (4) la viabilidad del proyecto para obtener la
información que se propone en un plazo y con el presupuesto
especificado. Estos son sólo algunos de los criterios que pueden
ser usados en la evaluación de proyectos de investigación. En el
caso de las dos propuestas presentadas, ambas reflejan de manera
diferente los criterios arriba mencionados. La primera de ellas fue
ambiciosa y compleja, mientras que la segunda se hizo más
específica y de carácter esencial para abordar en el futuro, a
partir de evidencia recuperada sistemáticamente, preguntas que
fueron planteadas en la primera propuesta.
Este documento incluye las dos propuestas que fueron
presentadas sucesivamente a la Fundación Nacional de Ciencias
(EE.UU.) para su financiamiento y son las versiones más completas
y elaboradas del proyecto --versiones condensadas de él fueron
enviadas a otras instituciones. La primera de ellas fue rechazada.
La segunda de ellas fue aceptada y por ende financiada. La
respuesta negativa a la primera propuesta fue acompañada de los
comentarios y críticas de cuatro investigadores --todos ellos
arqueólogos familiarizados con temas arqueológicos de los Andes
Centro-sur. La elaboración de la segunda versión fue, en parte,
resultado de la consideración de dichas críticas. Además de
subsanar errores de forma y de detalles de la estrategia de
investigación, se decidió realizar sustanciales cambios en el fondo
y los objetivos de la propuesta. El resultado fue una segunda
versión del proyecto de investigación menos ambiciosa y más
específica a un tema particular de la expansión Tiwanaku en
Cochabamba, y sobre el cual, repito, se podría en el futuro
plantear preguntas más complejas como de organización política. Los
lectores de este documento notarán tales cambios fácilmente puesto
que se perciben desde el mismo título de las propuestas.
El cambio más importante hecho para la segunda propuesta fue
delimitar la problemática del proyecto a una comparación de uso de
tierras y productividad agrícola, perceptible en el patrón de
asentamiento, entre el Periodo Formativo -Pre-Tiwanaku- y el
Periodo Tiwanaku. Esta segunda propuesta tomó como objetivo
principal evaluar la hipótesis, presentada por Alan Kolata en su
libro "The Tiwanaku: Portrait of an Andean Civilization" (1993; bibliografîa), de
la importancia agrícola que hubo de tener Cochabamba para el Estado
Tiwanaku. En efecto, Kolata sugiere que Tiwanaku buscó en
Cochabamba productos como maíz y hoja de coca, ambos para uso
ritual. La única evidencia arqueológica disponible de la presencia
Tiwanaku en Cochabamba son entierros y una dispersión espacial de
tiestos bastante amplia (Byrne 1983; bibliografîa). Céspedes (com.pers.) ha
sugerido que el estilo cerámico Tiwanaku en Cochabamba es
particular y correspondería a una manifestación local. Tal
observación fue hecha asimismo por los pioneros de la arqueologia
en Cochabamba. Puntos en común con la cerámica altiplánica son
patrones generales de técnica cerámica como pasta, cocción y gama
cromática. Aspectos morfológicos e iconográficos parecen ser
particulares. Sin embargo, no se ha publicado hasta la fecha datos
concretos sobre la cerámica Tiwanaku en Cochabamba desde la
publicación de Rydén de Tupuraya (1956; bibliografîa) y Walter en Mizque (1958).
La próxima entrega del informe de las excavaciones estratigráficas
del montículo de Piñami (Céspedes: en preparación; ver también
Céspedes y Anderson: en preparación) brindarán mayor información
para una caracterización más completa de la cerámica Tiwanaku de
Cochabamba. En suma, aun no existe el suficiente registro de datos
sistemáticos para evaluar ni la magnitud de la ocupación Tiwanaku
en Cochabamba --de manera a correlacionarla con la importancia que
pudieron haber tenido los productos agrícolas mencionados para ese
estado-- ni el tipo de dominación política que pudo haber tenido.
La investigación del tipo de expansión y dominación ejercido
por Tiwanaku en Cochabamba fue tema de la primera propuesta. Tal
tema ha sido tratado en otras regiones con presencia Tiwanaku como
Moquegua (Goldstein 1989; bibliografîa) donde se concluyó que existió un proceso
de transformación de la organización de Tiwanaku de colonial a
provincial con un sistema de complementaridad directa con el núcleo
altiplánico. En la primera propuesta de investigación se elaboraba
cuatro modelos de integración política, cada uno con sus
respectivos correlatos arqueológicos con la intención de evaluar el
problema de la expansión del estado Tiwanaku. Era también propósito
de este análisis (y ello se percibe en el contenido de cada modelo)
de enfatizar en el estudio los cambios ocurridos en las sociedades
locales con la presencia de un estado expansivo. Los estudios de la
expansión de Tiwanaku en los Andes Centro-Sur han dado mas
importancia a los mecanismos ejercidos por la sociedad expansiva y
a la organización que ésta impone en el nuevo territorio. Menos
interés se ha tenido en investigar las condiciones locales pre-existentes que han demostrado ser causa para amplia variabilidad
en la distribución regional de estructuras imperiales y artefactos
en las unidades políticas andinas (Menzel 1959; Morris 1972; Earle
at al. 1987; Schreiber 1987, 1992; Hastorf 1990, 1991; D'Altroy
1987, 1992; bibliografîa). (La presentación de supuestas evidencias materiales
que puedan indicarnos uno u otro modelo no es novedoso. Mujica et
al. (1985) plantearon los correlatos que el sistema de
complementaridad tendría arqueológicamente; ver también D'Altroy
(1990) para tipos de expansion directa e indirecta y el caso Inca).
Para la elaboración de la segunda propuesta desistimos de
abordar directamente el estudio del tipo de relaciones políticas
ejercidas por Tiwanaku en Cochabamba pues creímos que estábamos
planteando de manera inversa la estrategia para llegar en el futuro
a explicar el tipo de dominación provincial de Tiwanaku. Primero se
necesitaba evaluar en el Valle de Cochabamba aspectos básicos como
es el patrón de asentamiento y el uso de tierras antes y durante la
presencia Tiwanaku. A diferencia del estudio en Moquegua, que se
restringió al complejo arqueológico más conspícuo hasta entonces,
es decir a nivel de sitio de Omo, se pretendió en este caso
comenzar por evaluar aspectos regionales de la ocupación Tiwanaku.
La prospección de dos sub-áreas de Cochabamba y la extensión
del área física a ser estudiada mediante una muestra de cuadrículas
aleatoria permitiría obtener, en lo que se considera una primera
fase de nuestro trabajo en Cochabamba, resultados más
representativos de la ocupación general del estado Tiwanaku en la
región. En ambas propuestas se menciona el objetivo que se persigue
al ejecutar una prospección regional aleatoria --y se explica como
se decidió el tamaño de la muestra a prospectar. Sólo quisiera
enfatizar dos aspectos esenciales propios a esta estrategia: (1)
una prospección de muestreo aleatorio no es una estrategia para
descubrir sitios; y (2) es una estrategia en la que se espera que
el número de sitios registrados represente una proporción
aproximada de la población total de sitios en un área. En efecto,
existe la probabilidad que muchos sitios --entre ellos quizás el
más importante de la región-- no sea incluído en el corpus de
sitios identificados en el campo. Nadie podrá objectar que
prospectar el área total de 200 km² es mejor que sólo recorrer una
porción de ella. Pero esta estrategia brinda a su vez información
más representativa a nivel regional --en caso que la muestra
estudiada haya sido realmente obtenida al azar-- de lo que se puede
obtener en una prospección sistemática --es decir total-- de 45 o
50 km². La muestra investigada aleatoriamente tiene una confianza
matemáticamente definible para aproximarse a la población real de
sitios. No son raras las críticas al posible sesgo que pueda tener
esta estrategia cuando se considera factores de suelo, topogáficos
u otros. Pero, reitero, la estrategia no está destinada a
documentar la exacta densidad de sitios o su número completo, pero
permite obtener una muestra representativa de lo que occurre en el
área.
Además de aspectos prácticos de la investigación arqueológica,
como el tiempo disponible para ella, existen casos que sugieren que
una estrategia de investigación pueda tener mayor sentido, y por
ende ser más productiva, para obtener los datos necesarios
planteados para analizar la hipótesis de la investigación. Este es
el caso cuando se compara objetivos y estrategia de investigación
en ambas propuestas. En la primera de ellas, la definición del
modelo de expansion e integración de Tiwanaku en el Valle de
Cochabamba necesitaba, primeramente, datos sobre posibles
jerarquías de asentamientos en sub-áreas o áreas más amplias de una
región para entender la organización política de ella (véase, por
ejemplo, los análisis realizados en el valle bajo y medio de
Tiwanaku por Albarracín-Jordan (1992) y Matthews (1992; bibliografîa),
respectivamente). El análisis de jerarquía de asentamientos
necesita de una prospección sistemática que registre todo sitio de
ocupación de una región contígua. (Aun en este caso ello no asegura
que la región escogida represente un sistema regional completo;
véase Johnson 1981 [bibliografîa] para los efectos que ello puede generar en el
establecimiento de la jerarquía de asentamientos regional). La
estrategia de muestreo aleatoria sobre una región más amplia
parecía más adecuada para el objetivo de la segunda propuesta, en
el se proponía conocer la ubicación de asentamientos respecto a
zonas de productividad agrícola y evaluar el interés de Tiwanaku en
dichas tierras en comparación con el periodo Formativo. (Esta misma
estrategia, planteada erróneamente en la primera propuesta, no
hubiese permitido contestar las preguntas de investigación
planteadas en ella). Este ejercicio de correlacionar objetivos y
estrategias arqueológicas para resolver hipótesis fue una
consideración importante de la investigación. Los resultados
finales podrán demostrar si la estrategia de campo fue correcta o
errónea, y permitirán plantear, en el campo metodológico, otras
opciones para obtener resultados más adecuados en relación a los
problemas planteados.
El estudio de la productividad prehistórica del maíz a partir
de análisis de muestras de maíz (raquis y granos) prehistórico y de
datos de calidad de suelo y de zonas productivas en las áreas de
estudio es un argumento esencial para el desarrollo del problema de
esta investigación. Sin embargo, la metodologia necesaria para tal
reconstrucción fue mencionado de manera muy escueta en estos
documentos. Se mencionó brevemente el objetivo de obtener muestras
de suelo de los cateos y proceder a su flotación para obtención de
muestras de semillas carbonizadas y polen. Sin embargo, la
identificación de polen de maíz sólo resultaría en la
identificación de su presencia en un espectro vegetal que se podría
esperar incluya papa y frijol. Actualmente la presencia de maíz no
está puesta en duda para el periodo Tiwanaku debido a su hallazgo
en las excavaciones en Piñami (Céspedes, com.pers.). Un futuro
análisis de tales restos permitirá obtener datos sobre las razas de
maíz cultivadas, el tamaño aproximado del maiz (estimado del tamaño
del raquis y grano) durante el periodo Tiwanaku. La comparación de
los datos morfológicos de maíz del periodo Tiwanaku con datos de
maíz del periodo Inca, hallados en Villa Urquipiña, permitirá
reconstruir el desarrollo general de la producción de maíz en el
valle para ambos periodos y obtener estimados de la capacidad de
rendimiento del maíz en relación a tierras aptas para su
producción. Lamentablemente no existen restos de maíz del periodo
Formativo que permitan reconstruir de manera más completa el
proceso de mejoramiento del rendimiento de maiz que se establece a
partir de datos de su desarrollo morfológico de mazorca y granos
resultado de un proceso de selección intencional (como fue
documentado por ejemplo en el Valle de Oaxaca: Kirkby 1973; bibliografîa).
Los objetivos específicos de este proyecto, el de comparar el
uso de tierras durante el periodo Formativo y su cambio con la
presencia Tiwanaku en la región, no impediran que luego de comparar
el tipo de ocupación Tiwanaku en dos sub-áreas del Valle de
Cochabamba --dos áreas que analizadas con la misma estrategia son
comparables para analizar este problema-- podamos sugerir a manera
de hipótesis la posible existencia de alguno de los modelos de
relaciones políticas que planteamos en el marco de la primera
propuesta de investigación. En el futuro, entonces, se necesitarán
plantear otro tipo de metodología en la estrategia de
investigación, tales como excavaciones en área de unidades
domésticas, para continuar com pasos más complejos en el análisis
de la expansión Tiwanaku en Cochabamba.